Pollo asado

Un pollo gordo y joven, con un peso de un kilo y cuarto aproximadamente, es de buen tamaño para asarse al horno. Se lava perfectamente y se seca con un lienzo. Se untan las cavidades con sal, y se rellena, sin apretar mucho el relleno. Se arregla para su presentación, con las alas debajo del cuerpo y los extremos de las piernas metidos en la banda o tira de piel cerca de la cola. Se coloca sobre una rejilla, que a su vez estará en una bandeja de horno, no demasiado profunda. Se unta con grasa: mantequilla, manteca

0 aceite, y se coloca primero con la pechuga hacia abajo. No se necesita freír primero, ni bañar con agua. Se mete en el horno a 400ºF (200ºC). A las 2/3 partes del cocimiento, se corta la banda de piel donde se metieron las patas. Se voltea, con la pechuga hacia arriba, y se deja hasta que esté cocido y dorado. Si alguna parte de la piel se ve seca, se unta con la misma grasa y el jugo que ha soltado el pollo. Cuando esté muy blando se saca, dejando que repose unos 10 minutos, y se sirve con salsa.

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